La república

Vianey Marlen Sandoval Olguin

Teoría de la educación

Resumen: republica

Aula:# 5

En el carácter de los guardianes la energía y la iniciativa han de estar en equilibrio con la razón. Para cultivar tales cualidades se indica que los estudios acostumbrados de las atendencias deberían ser: música, literatura, y educación física.

La justicia y la injusticia, a fin de no descuidar a tal búsqueda, si puede servirnos de algo u omitirla si resulta es inútil, procedemos a él formemos a nuestros guerreros a nuestro arbitrio y por vía de conversación me parece bien que la educación conviene que les demos difíciles a mi parecer darles otra mejor que la desde hace mucho se usaba entre nosotros y que consiste en formar el cuerpo mediamente a la gimnastica y el alma por medio de la música.

Las que nos han contado hesiodo homero y los demás poetas por que los poetas así los de ahora como los del pasado no tiene otro oficio que de divertir con sus fabulas al género humano.

La belleza la armonía y el numero de discurso son la expresión de la bondad del alma y no entiendo por eso la estupidez que suele llamarse suavizándolo bondad de condición aludo al carácter de aquel alma cuyas costumbres son realmente buenas.

La propia naturaleza en protección de las plantas y los cuerpos bastara pues con que vigilemos a los poetas y que les obliguemos a que nos ofrezcan sus verbos modelos de buenas costumbres o a que lo contrario no escriban, no será necesario a mas de esos que tengamos ojo a los demás artistas y les impidamos que nos den así en pintura como en arquitectura o en cualquier otro género.

Después de la música formaremos a nuestros  jóvenes en la gimnastica sin duda menester es pues que se expliquen seriamente a ella desde muy temprano y tanto como su vida dure e ahí mi pasamiento que en este respecto es ese también el tuyo.

Así no para cultivar el alma y el cuerpo pues si este ultimo saca algún provecho de ello es solo indirectamente si no para cultivar solo el alma y perfeccionar en ella el valor y la cordura han otorgado los dioses al hombre la música y la gimnastica para que los acuerde entre si enteniednolos y aflojándolos oportunamente en este justo grado así parece por tanto aquel que ha encontrado el temperamento justo de esas dos artes y que las aplica debidamente a sus almas ese merece mucho mas el nombre de músico y posee mejor que la ciencia de los acordes de aquel cuyo arte se limita a templarlas cuerdas de un instrumento.

La educación de la juventud y de la infancia, si nuestros ciudadanos son debidamente educados y llegan a ser perfectos hombres de bien fácilmente verán por si mismos la importancia de todos esto puntos y de otros muchos